Descripción

• Candelitas, candelas o velas para Vigilia Pascual.
• Fabricadas de cera.
• 22 cm. de largo.
• 0,8 cm. de diámetro
• Velas de color blanco.
• Entre 600 y 630 candelitas de Pascua por caja.
• Las medidas indicadas para las velas de Pascua son aproximadas.
• A la venta velas de Vigilia Pascual en bolsas de 1 kg.

Candelas para Vigilia Pascual

Las candelitas velas de pascua son pequeñas velas que se encienden durante la Vigilia Pascual, la celebración cristiana que se lleva a cabo la madrugada del Sábado Santo al Domingo de Resurrección. Estas velas se utilizan para representar la luz de Cristo resucitado, que disipa la oscuridad de la muerte.

Las candelitas velas de pascua suelen ser blancas, como símbolo de la pureza y la inocencia. Se pueden encontrar en diferentes tamaños, pero suelen ser pequeñas, para que puedan ser manejadas fácilmente por los fieles.

La Vigilia Pascual 

La Vigilia Pascual es una de las celebraciones católicas más importantes. Los católicos celebramos la Resurrección de nuestro Salvador Jesucristo, durante la madrugada del Domingo de Resurrección.

En la Misa de la Vigilia Pascual se recita el “Pregón Pascual”, que relata la historia de la salvación, y se recuerda el pasaje bíblico en el que las mujeres encuentran el sepulcro vacío y un ángel les anuncia la resurrección de Jesús.

El sacerdote enciende el cirio pascual, símbolo de la Resurrección de Cristo. Una vez que el cirio está encendido, el sacerdote va encendiendo todas las velas o candelitas de los asistentes a la celebración litúrgica. Este proceso suele hacerse con las luces de la iglesia atenuadas o directamente apagadas.

De este modo, se empieza el encendido del Cirio Pascual en la oscuridad y se acaba con toda la parroquia encendida por las velas de los fieles. Este ritual es una representación del mundo sumido en las tinieblas de la muerta hasta que Jesús trajo la luz con la Resurrección.

También se realiza la Liturgia Bautismal o la bendición del agua y la renovación de las promesas bautismales.

El origen de esta tradición se remonta a los primeros siglos del cristianismo, cuando los nuevos bautizados en la Vigilia Pascual recibían una vela encendida en señal de su entrada a la comunidad cristiana.